En los últimos años, y en gran parte de la historia humana, nos hemos caracterizado por hablar sobre lo que pensamos, a no callar nada que nos disguste o nos atraiga. Una de las formas de hacerlo y que se ha convertido en una de las más grandes obras artísticas de la humanidad es la música pues a niveles cultural y social ha permitido ser una voz contestataria frente a situaciones de revuelo como la política.
Cantantes como Residente o bandas como Mago de Oz, han sido críticos sobre el tema. Desde sus líricas han logrado generar polémica en contra de cualquier injusticia social, económica y política que se presente actualmente, o como Rammstein, banda que también ha criticado a las sociedades del mundo, con una de sus canciones más reconocidas “AMERIKA” que critican a la sociedad Norteamericana y su forma de vivir. Esas canciones que han marcado a muchas personas de muchas edades es la música que incluye y da voz a toda una sociedad en contra de la injusticia.
Es así como tras de cada obra musical en contra dirigentes o hechos históricos que se marca al público, a muchos los incitan a actuar en defensa de sus ideales y de sus compañeros. Además, siguen perdurando no solo desde su melodía sino desde frases reconocidas que llegan a ser polémicas, aclamadas y odiadas; en pocas palabras generan diferentes opiniones y reacciones. Así como la política la música es un centro de atención y discusión, sobre todo cuando se habla de dirigentes y la forma de controlar a las masas.
No obstante los dirigentes son orgullosos, odian que les digan que hacen cosas mal como todo ser humano, que cometen errores, y si el pueblo se levanta en contra de aquellos errores, lo que buscan hacer es reprimir esa voz de libertad y justicia que alza el pueblo. Aunque ellos son los que dirigen a una nación, no responden la mayoría de veces al llamado del pueblo que les dio el poder que hoy ostentan, por otro lado, temen a una rebelión, temen a perder ante el arte y la voz pública.
Daniel Vargas, 10°A
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